Desde que empecé a estudiar económicas en la universidad tuve el gusanillo de montar una sociedad en los Estados Unidos. Todos hemos oído miles de veces el mantra «qué fácil es crear una empresa en USA y qué complicado en España». De esto último puedo dar fe tanto por mi propia experiencia, como por los informes que publica The World Bank en el que sitúa a España en el puesto 136 a la hora de crear una empresa. El objeto de este post, no es urdir en la llaga de lo que tenemos en España, de esto ya se encargan los periódicos en el día a día, sino explicar nuestra experiencia a la hora de crear una empresa en USA.
El principal motivo que nos llevó a plantearnos la creación de una sociedad fuera de España fue la propia necesidad al ver cómo las dificultades burocráticas y la propia situación económica del país nos ponían piedras en el camino. Además como lo divertido de ser emprendedor es poder arriesgarte a tomar decisiones que de otra forma no podrías…pues nos llegó el momento de probar a salir fuera de España…sin ayuda, sin red; como se dice vulgarmente: con una mano delante y otra detrás. Tomada la decisión había que elegir el país donde aterrizar. Analizamos el mercado alemán (donde el idioma es un problema para nosotros), el británico y los Estados Unidos. Y finalmente nos decantamos por este último, para poder orientarnos al mercado de VC americanos. Somos conscientes de que la decisión fue tomada más con el corazón que con la cabeza pero…como emprendedores tecnológicos, la Meca es Silicon Valley y hay que probarlo (aunque sabemos que hay mercados potenciales tan interesantes, con menos barrera de entrada…y ya llegaremos a ellos).
Estados Unidos es un mercado enorme y bastante diferente a España; así que lo primero que tuvimos que hacer fue encontrar un Certified Public Accountant (CPA) que nos asesorara en las decisiones que hay que tomar. NOTA: No es obligatorio, puesto que todos los trámites los puedes hacer vía internet. Sin embargo las opciones son tan diferentes, que estar bien asesorado al comienzo te puede ahorrar muchos problemas en el futuro.
Nuestra primera decisión fue escoger entre una LLC o una C-Corporation. Escogimos una C-Corporation, porque tiene personalidad jurídica independiente y tributa como tal. Una LLC deriva al final del año todo el resultado a sus accionistas y dado que no tenemos ciudadanía americana eso iba a ser un problema. Los gastos son más elevados que una LLC, sin embargo los potenciales inversores se sienten más cómodos con esta figura. El mayor inconveniente es que necesitáis un buen asesor para evitar la doble imposición a la hora de pagar impuestos. Aquí os dejo un buen resumen de todas las opciones de empresas que existen en EEUU.
El siguiente paso importante es escoger el Estado donde se domiciliará la sociedad. Los estados más favorables son Delaware, Nevada y Dakota del Sur . En nuestro caso, la decisión final fue Delaware y las principales razones fueron: Es muy barato (200 dólares y sin capital social mínimo). No es necesario ser residente. Si el negocio no opera físicamente en el Estado, la empresa no tiene que pagar los impuestos propios del Estado (no ocurre esto en el esto de estados). Tiene uno de los mejores sistemas legales de todo Estados Unidos, dado que saben que viven de las empresas, tienen un sistema judicial exclusivo para temas corporativos: los casos que llegan a un tribunal son atendidos por un juez y no por un jurado popular.
El siguiente paso es la obtención del Employer Indentification Number (EIN), que es básicamente el equivalente al CIF español. Como todos los trámites, la gestión se puede hacer de manera telemática. Para ello hay rellenar el formulario denomida SS-4. En este punto fue curioso que nos dieran a elegir si queríamos la terminación .INC o .LTD; lo cual no implica nada, tan sólo un detalle estético 🙂
Hacer todos estos trámites nos ha costado 2 semanas y una inversión de 500 euros. Estamos a la espera de recibir el documento oficial del EIN y con esto ya podremos abrir cuenta bancaria (que será objeto de otro post). Así que amigos, oficialmente ya puedo decir que he cumplido uno de los objetivos que tenía en la universidad, tener una empresa propia en los Estados Unidos. La aventura americana acaba de comenzar, os iré informando de todo y espero que esta información anime a alguien a dar el salto.