El ser humano ha sentido la necesidad de vislumbrar cómo sería su futuro desde hace mucho tiempo. Esta afición no afecta únicamente al mundo literario donde tenemos representantes como Julio Verne, Aldous Huxley, Isaac Asimov o Arthur C. Clake; sino también en otros sectores como el cine con Stanley Kubric, George Melies, Steven Spielberg o George Lucas; y hasta el mundo literario cuenta con unos premios muy reconocidos como son los HUGO. He de reconocer que desde mi juventud me apasiona leer novelas en las que se elucubra con las diferentes opciones que nos podría deparar el futuro, a pesar que casi ninguna ha acertado con las posibilidades.
Sin embargo, hace poco llegó a mis manos un libro completamente diferente que analiza cómo podría ser el mundo en el 2050, pero basado en datos científicos y comprobables. «El mundo en 2050» está escrito por el geofísico Laurence C. Smith en el cual recopila todas los datos que ha ido recogiendo durante su carrera y hace un ejercicio mental de hacia donde evoluciona nuestro planeta con dichos datos. Desde mi opinión lo interesante es que está basado en 4 grandes fuerzas que determinan día a día nuestro futuro inmediato:
- Demografía: La evolución demografica experimentada en nuestra breve historia es asombrosa: Se necesitaron 11.800 años para alcanzar el primer millón de habitantes. Alcanzado este hito se necesitaron los siguientes 12.000 años (alrededor de 1800 DC) para llegar al primer billón de habitantes. El segundo billón se alcanzó 130 años después (1930 DC) y 30 años más tarde ya éramos tres billones de personas, pero es que el cuarto billón necesitó únicamente de 15 años, era el año 1975. Y en 1999 ya había 6 billones de personas rondando por la Tierra y se espera que a lo largo de este año alcancemos los 7 billones…De cara al 2050 se espera que la población mundial se estacionalice en uno 9.500 millones de personas.
- Demanda de recursos naturales: Este apartado me dejó estupefacto, porque el combustible más utilizado en el 2050 no serán las energías renovables, ni la energía nuclear, ni tan siquiera el petróleo…seguirá siendo el carbón!!! (y no hay otro recurso que perjudique más a nuestro planeta). El motivo es que nuestras demandas seguirán incrementándose año a año y el carbón es el único que a corto plazo puede satisfacer nuestra sed de energía. En 1900 un ciudadano norteamericano consumía medio barril de petróleo (83 litros), pero es que a comienzos del siglo XXI consume 24 barriles anuales. Por no mencionar la disparidad en cuanto al acceso de recursos que tiene cada habitante. Los países de la OCDE consumen 32 veces más de cualquier recurso que un habitante de un país en vías de desarrollo, pero si pudiéramos jugar a ser dioses y hacer que todos los habitantes pudieran consumir lo mismo….necesitaríamos recursos naturales para satisfacer una población teórica de 72.000 millones de habitantes, wowow.
- Globalización: Poco que decir de este punto…salvo que en España seguimos sin entender las consecuencias de esta fuerza. Un factor que se hará notar y mucho en los países europeos es la mano de obra productiva. Con una población envejeciendo rápidamente se necesitará mano de obra que sustente la pirámide demográfica. Pero debido que se compite a nivel mundial, los países deben centrarse en atraer talento y dado que la juventud provendrá mayormente de países en vías de desarrollo, cómo atraer talento de países donde la universidad casi ni existe?
- Cambio climático: Es un hecho comprobado que la actividad industrial está cambiando la composición química de la atmósfera y debido a ello la temperatura media del planeta aumentará. Las concentraciones de gases invernaderos actualmente son mayores que lo que han sido en los últimos 800.000 años!!!
Estas cuatro fuerzas (junto con una quinta que sería la tecnología) jugarán un papel fundamental en la forma en la que estará compuesto nuestro planeta. Desde luego, recomiendo a todos los que sientan un gusanillo por este tema leer este libro y por lo tanto no daré más pistas sobre lo que nos depara el futuro…pero puestos a elegir un lugar donde vivir, contra más al norte del planeta, mucho mejor.
PD: El autor deja claro que no tiene una bola de cristal y los escenarios planteados tienen una probabilidad muy alta de ocurrencia en los modelos estadísticos empleados en diferentes partes del planeta. Sin embargo, es necesario plantear 4 reglas de partida:
- No hay milagros en la recámara (no habrá cambios milagroso);
- No habrá una tercera guerra mundial;
- El cambio climático no provocará una catástrofe global;
- Los modelos empleados son suficientemente sólidos.