Big Data y Destinos Turísticos Inteligentes

14/12/2016

No cabe duda de que el año 2016 ha sido  el año de la consolidación de los Destinos Turísticos Inteligentes y la aplicación del Big Data al turismo. Desde Segittur pude colaborar en la redacción de un artículo en la revista del Instituto de Estudios Turísticos sobre la aplicación del Big Data al sector del turismo. A través de este post, me gustaría resumir al artículo pero os invito a que os lo descarguéis en la web del IET.

Vivimos en un mundo globalizado, inmersos en la sociedad de la información, donde la implantación de las TIC está permitiendo replantear las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales. El crecimiento del sector tecnológico ha provocado un aumento desmesurado del volumen de datos que requiere sistemas de almacenamiento cada vez más sofisticados, cuyos costes además han disminuido mucho en los últimos años.

Actualmente, la información que se genera día a día, registra un incremento casi exponencial. De acuerdo con la consultora IDC, la información generada en 2011 alcanzó la cifra de 1,8 zettabytes, Google procesa al día 20 petabytes por segundo, según Mc Kinsey Global Institute, el 90% de los datos se han generado en los últimos dos años, la mayoría provienen de redes sociales (más de 900 millones de usuarios de facebook y más de 500 millones de seguidores de twitter).

La velocidad e intensidad de los cambios de las nuevas tecnologías, han influido en la mayor parte de las actividades económicas, entre ellas, el turismo, repercutiendo en la forma de viajar, de visitar lugares, dinamizar sus búsquedas, gestionar reservas, comprar, opinar y compartir información, etc. El año 2013, el sector turístico, registró la cifra de 1.087 millones de turistas internacionales que demandan y generan información en sus viajes. El auge de la tecnología digital y móvil, la comunicación entre los objetos inteligentes a través de sensores y la interacción del visitante con el destino a través de las redes sociales, generará un volumen de datos que será necesario almacenar, analizar y difundir entre todos los actores del destino.

Actualmente la primera alusión que genera la voz inglesa de “Big Data”, (traducida como “datos masivos”, “datos a gran escala”, o “macrodatos” de acuerdo a la Fundeu), es la referencia a los grandes volúmenes de datos, no obstante este factor, no es el único condicionante a la hora de caracterizar el sistema. Además la asociación del concepto Big Data con las grandes cantidades de datos no es nueva. Muchas compañías llevan un tiempo considerable manejando grandes volúmenes de datos, desarrollando complejos almacenes de datos (data warehouses) y utilizando potentes herramientas analíticas (data mining) que les permiten estudiar estos volúmenes de datos.

No obstante, uno de los principales valores añadidos del sistema de Big Data, es la incorporación de los datos no estructurados (procedentes principalmente de los entornos de social media) al sistema, de modo que actualmente, debido al avance de las tecnologías, es posible capturarlos, almacenarlos, procesarlos y analizarlos. 

La popularización de este término, ha llevado a intentar acotarlo en base a la propuesta de distintas definiciones, entra ellas se citan las siguientes:

  • “el análisis a alta velocidad, de un gran volumen y de una gran variedad de datos mediante formas innovadoras y rentables de procesamiento, con el objetivo de mejorar la comprensión y la toma de decisiones”. (Gartner, 2012)
  • “conjuntos de datos cuyo tamaño va más allá de la capacidad de captura, almacenado, gestión y análisis de las herramientas de base de datos tradicionales”. (McKinsey Global Insitute, 2011)

No obstante, para realizar una aproximación más precisa a la definición del sistema cabe proceder a su descripción en base a sus principales características, inicialmente, categorizadas bajo la denominación de las “tres uves”, a saber: volumen, velocidad y variedad.

Con esta breve introducción, la pregunta clave es ¿qué aportaciones trae el Big Data al sector turístico? A modo de resumen enumeramos algunas:

  • Previsiones del comportamiento de los visitantes en base a la identificación de patrones y tendencias. 
  • Mejora de los sistemas de fidelización, fomentando la ejecución de análisis multi-variantes, a través del estudio de distintas variables de interés, a saber: determinar las características de los clientes, que asisten a distintos eventos, generando un determinado gasto y un retorno de la inversión en el destino.
  • Incremento del conocimiento de nuestros clientes mediante el uso de técnicas de segmentación basadas en sus características socio-demográficas y sus preferencias. De este modo, será posible diseñar programas de recompensa en tiempo real, que premien la fidelidad de los turistas en relación al consumo de distintos bienes o servicios. 
  • Identificación de mercados potenciales que puedan estar interesados en viajar a nuestros destinos.
  • Caracterizar los bienes y servicios más demandados, utilizando la información para desarrollar productos diferenciales y a medida.
  • Mejorar los sistemas de Revenue Management actuales que fueron desarrollados en base a una tecnología que actualmente presenta limitaciones respecto al formato de datos, la capacidad de proceso, variables de análisis y coste.
  • Disminución del coste de computación ganando en velocidad de proceso. 
  • Mejoras en distintas áreas de actividad económica relacionadas con el sector turístico, a saber:
  • Mejora del tráfico a través de sistemas de control del tráfico
  • Mejora de la segura mediante la predicción de posibles anomalías
  • Incremento del gasto en comercio en base al conocimiento de las preferencias de la demanda

Espero que esta introducción os haya servido para comprobar el fantástico escenario que se abre ante el sector turístico

* El artículo fue desarrollado por Antonio López de Ávila, Susana García, Calixto Mellén y Enrique Lancis

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