Acabo de volver con mi novia de un fantástico fin de semana en Galicia. Bueno, más que un fin de semana, diría un visto y no visto dado que apenas hemos estado 35 horas. Pero poder pasar unas horas con un buen amigo siempre merece la pena.
El motivo principal de este viaje era visitar a mi amigo Juan, del que ya os he hablado en diversas ocasiones, debido a su recién estrenada paternidad. Y el segundo motivo aprovechando que es un prometedor empresario del sector del marisco, tomarme una gran mariscada junto a su familia. Si hay algo que me tiene fascinado de la capacidad para emprender de Juan, a parte de su determinación (y que está en camino su 4 proyecto), es que teniendo unos conocimientos a nivel usuario de las nuevas tecnologías, Maricovip está posicionada en los primeros lugares de google en cuanto a marisco se refiere y ya tiene más de 15.000 fans en facebook!!!!
Uno de los restaurantes preferidos de Juan para degustar una buena mariscada se llama Arcadia. He estado en varias ocasiones y debo decir que la calidad de este lugar es muy alta, los camareros son majísimos ( yendo al restaurante durante unos treinta años, la confianza debe ser alta X:D); de los precios no os puedo hablar puesto que todavía no he podido ver ni una factura 🙂
La empanada que preparan es simplemente espectacular. De los mariscos prefiero no hablar, os dejo una foto para que os hagáis una idea:
Lo que me conocéis sabéis que me encanta probar sabores nuevos y cada vez que puedo aprovecho para degustar algún manjar nuevo. Pues bien, esta vez me he lanzado a probar la lamprea. Es un pez muy similar a la anguila (aunque no emparentado) que únicamente se puede encontrar en las rías gallegas. Había oído de él que es muy sabroso y en verdad hace honor a su fama, aunque después de una mariscada, y un buen trozo de empanada se me hizo bastante pesada (la digestión de esta comida me durará unos cuantos días, jejeje).
Os animo a todos a que la probéis, aunque aviso para navegantes….la lamprea se cocina en su propia sangre 🙂