Ayer mi novia volvía de Macedonia después de pasar una semana con su familia. Así que me apetecía darle una sorpresa. Y decidí llevarla a cenar a algún restaurante «especial». Y como todos los que se me venían a la cabeza, no entraban en la categoría mencionada…..opté por preguntarle a mis buenos amigos Dio y Marta (muchísimas gracias por la sugerencia Marta), que como buenos conocedores de Madrid……sabía que no me iban a fallar. Pues bien, finalmente seleccionamos uno que se llama LA CASTAFIORE.
Y os preguntaréis el que porqué escribir algo sobre este sitio en mi blog. Creerme, he estado en multitud de restaurantes por todo el mundo y en muchos cena-espectáculo. Pero hasta ahora no había estado en uno tan especial. Es un restaurante pequeñito, romántico y con una colección de cuadros muy interesante (que renuevan cada cierto tiempo). Y en el centro tiene un piano de cola precioso. Pues bien hasta aquí nada nuevo……lo nuevo es cuando los camareros empiezan a servir la cena….mientras cantan ÓPERA!!!! Todos ellos son jóvenes promesas de la opera (baritonos, sopranos, etc) que hasta que les llegue su oportunidad, pueden compaginar un trabajo con su pasión por el canto. Realmente fue algo digno de ver, el recital fue increíble, la pasión con la que se entregaban digna de elogio y el dueño (muy divertido por cierto) era el que mejor cantaba de todos 🙂 La cena estaba deliciosa, y las raciones en su justa medida…..ahora bien el precio es alto (os lo tengo que advertir, para que nadie se lleve sorpresas), pero os aseguro que bien merece la pena el pagar dicha cantidad por casi tres horas de espectáculo. Además casi todas las piezas que compusieron son de sobra conocidas, lo cual es casi una invitación a que te unas a ellos para cantar 🙂