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Valoración de una startup:pre-money y post-money

27/09/2011

Uno de los momentos más críticos en la vida de un emprendedor es la primera vez que se sienta frente a un potencial inversor. Llegado este momento el emprendedor tiene un objetivo en mente (obtención del dinero necesario para llevar a cabo los siguientes hitos del proyecto). Por otro lado está la pregunta del millón: ¿cuánto vale la startup?. Supongamos que las hipótesis sobre las necesidades de capital son adecuadas y ambas partes están de acuerdo; por lo tanto toca centrarse en valorar la empresa.

Muchos emprendedores no son conscientes de la importancia de este primer paso, puesto que el éxito o fracaso de sus siguientes rondas de financiación estarán marcadas por el porcentaje de control que cedan, por el valor de la inversión, así como la dilución  que se pueda producir en un futuro. Cuando un emprendedor se enfrenta por primera vez a una valoración, tiene un amplio abanico de opciones: descuento de flujos de caja (DFC), comparables, valor económico añadido (EVA), etc. Utilizar estos métodos es interesante como ejercicio financiero que nos sirva para entender el negocio numéricamente, sin embargo de poco sirve en una primera valoración. El descuento por flujos de caja para que realmente sea creíble y efectivo ha de estar basado en históricos, (balances, pérdidas y ganancias, coste medio ponderado de capital o WACC, etc) pero una startup está basando su valoración en hipótesis (dado que todavía no tiene un pasado), lo cual es un problema de cara a fijar un valor tangible. Con los comparables nos encontramos que rara vez una startup puede encontrar una empresa competidora que se encuentre en su misma etapa y cuyos datos puedan ser utilizables. Obviamente se pueden manejar datos de empresas similares que hayan pasado por la misma etapa en el pasado, pero si ha pasado mucho tiempo las circunstancias del mercado habrán variado y por lo tanto este método tampoco aportará mucho valor en una negociación. ¿Entonces que nos queda?

La respuesta es mucho más «sencilla» que los métodos cuantitativos que se enseñan en los MBA’s. La primera valoración ha de hacerse a través de lo que se conoce como «pre money and post money valuation». Son dos pequeñas ecuaciones que se han de manejar con mucha soltura.

* Pre Money: Lo que vale la empresa antes de que entre la inversión.

    Pre Money = Post Money – Inversión necesitada

* Post Money: lo que vale la empresa una vez que se ha realizado la inversión.

     Post Money = Inversión necesitada / % de control que se cede al nuevo inversor

Teniendo estas dos ecuaciones en mente el emprendedor siempre conoce dos variables y por lo tanto resolviendo la ecuación tiene el tercer valor….¿¿¿Fácil??? Nada de eso, más bien todo lo contrario. El problema no es la resolución aritmética. Falta la variable más importante y quizá la más intangible: capacidad de negociación para llegar a un acuerdo!!! Normalmente la valoración Pre Money genera diferencia de opiniones entre el inversor y el emprendedor. Puesto que a no ser que el emprendedor haya conseguido invertir un capital importante en un primera ronda de familiares y/o amigos (FFF) y por lo tanto la valoración Pre Money sea tangible, esta variable genera incertidumbre: «yo digo que vale 10X y tú 5X…. «Así que seguramente sea más sencillo utilizar la segunda ecuación: como conozco la inversión que necesito (y el inversor está de acuerdo según la hipótesis que hemos aceptado al comienzo del artículo), el emprendedor ha de tener claro el rango de porcentaje que va a ceder al inversor. Sobre este tema se han escrito ríos de tinta, pero a modo de resumen la idea es que el emprendedor se sienta cómodo con el porcentaje que cede del proyecto (sabiendo que el inversor a demás de capital le puede aportar contactos, experiencia, etc) y por otro lado el inversor ha de tener muy claro que si el porcentaje es muy elevado, va a tener en cartera participaciones de una empresa cuyo equipo emprendedor (pieza fundamental para que el proyecto tenga éxito) está desmotivado porque su participación se ha diluido, sintiendo que trabajan para un tercero. Según un business angel bastante activo en el sector de IT como es Rodolfo Carpentier, en esta primera ronda el emprendedor no debería de ceder más del 35%. Como veis valorar una startup, no es una ciencia exacta, así que me encantaría conocer vuestras experiencias para poder ampliar este artículo.

Para terminar, os dejo una serie de objetivos que todo inversor tiene a la hora de recuperar su inversión…espero que os sirva y suerte con la búsqueda de vuestro «angel» 🙂

* 10 x Inversión a 3-5 años vista

* TIR > 20%

* 7 x Ingresos

* 3 x Beneficios

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