Estas semanas de confinamiento las estoy viviendo, desde el punto de vista de trabajo, entre momentos de gran intensidad por la diversidad de frentes abiertos, como de momentos donde la conciliación del tiempo personal y familiar no está siendo tarea fácil. Es como vivir una montaña rusa de sentimientos y tareas que cada día se repiten pero también de momentos que se disfrutan por la adrenalina de querer hacer muchas cosas en poco tiempo.
Como muchas sabéis ahora mismo estoy trabajando en dos sectores diferentes. Uno es el tercer sector desde Fundación Ibercaja y el otro es el turismo desde globaldit. El trabajo que estamos desarrollando desde Fundación Ibercaja es volcar todos los recursos posibles en ayudar a la sociedad en Aragón para que puedan sobrellevar lo mejor posible estos momentos de vulnerabilidad e incertidumbre. Por otro lado, desde Fundación también estamos llevando a cabo un ejercicio de cautela para ver qué escenarios nos encontraremos una vez pase el confinamiento. Así que en general, volcamos los esfuerzos en el momento presente para ayudar al mayor número de personas con los recursos que cuenta Fundación; en este enlace encontraréis las principales iniciativas que estamos llevando a cabo estas semanas de confinamiento.
Luego está la situación en el sector del turismo, donde el impacto del Covid-19 ha sido brutal. Para que os hagáis una idea, solo en Semana Santa se estiman unas pérdidas de 18.000 Millones de euros según Hosteltur. No voy a entrar en listar el impacto de esta crisis en los diferentes subsectores del turismo (aunque si os interesa el tema os recomiendo este informe) dado que el objeto de este post es compartir alguna de las iniciativas en las que estoy colaborando. Desde globaldit, estamos trabajando en ayudar a nuestros clientes en la definición de escenarios factibles, la creación de mensajes y acciones que devuelvan la confianza a sus clientes y sobre todo aportar la experiencia en la conformación y actuación en comités de crisis para gestionar una situación tan especial como la actual. Además, estamos trabajando en lanzar un boletín quincenal con nuestros insights y opiniones para gestionar los siguientes 100 días, dado que desde nuestra experiencia estas próximas semanas son fundamentales para devolver la confianza a un sector que está en mínimos ahora mismo.
La semana que entra se presenta apasionante dado que mi agenda tiene unas cuentas acciones que me hace mucha ilusión. Por un lado, participaré en el evento «dataforhope« organizado por la empresa CloudDistric. El objetivo de este evento es la identificación de tres grandes retos como son el definir modelos de predicción y evolución de la pandemia, desarrollar modelos para la prevención en África y Sudamérica, y finalmente trabajar en desarrollar modelos basado en la movilidad y cómo realizar el levantamiento progresivo del confinamiento. Estos tres retos se realizará mediante una estructura similar a un «hackathon» donde cada grupo tendrá acceso a datasets que compartirán diferentes instituciones pública y privadas. La idea es generar una tormenta de ideas para ver si somos capaces de prototipar en el corto plazo algún proyecto. Otro de los proyecto que me hace ilusión colaborar es en el evento virtual «Reinventando el turismo. Gestión de una crisis» que se organiza desde Ecuador al objeto de aportar visiones por parte de más de 60 expertos mundiales del sector del turismo.
Y finalmente, una amiga del sector, Nani Arenas, me hizo una entrevista virtual sobre mi visión sobre la situación actual en la industria del turismo, para poder publicarlo en su web «la viajera empedernida«. Aquí os dejo la entrevista, y por supuesto me encantaría recibir vuestras impresiones:
1.
¿Estamos ante el comienzo de una nueva era?
Creo que todavía es demasiado pronto para decir si estamos ante una nueva era. En las dos últimas crisis que se han vivido (la financiera del 2008 y la de deuda soberana) también se decía que el mundo iba a cambiar, y si bien es cierto que hubo conatos de cambios, una vez superadas la fase aguda de ambas crisis, la sociedad volvió a actuar como antes.
Dicho esto, creo y espero que ciertos excesos de la sociedad hiperconectada en la que vivimos se reduzcan y seamos capaces de valorar más laparte humana y personal de cada individuo, que se implemente un humanismo digital, donde la colaboración entre personas e instituciones sea natural y pongamos a la persona en el centro ante cualquier toma de decisiones. Lo que creo es que la transformación digital sí que tendrá un proceso de aceleración en muchas pymes que hasta ahora lo veían como algo que no impactaba en su «core» de negocio.
2. ¿Cómo se organiza la estrategia desde una empresa como globaldit en momentos de incertidumbre cómo los que vivimos?
En primer lugar, con mucha prudencia. Lo primero fue apoyar a los miembros del equipo dado que humanamente todos estamos en una situación nueva y tenemos que apoyarnos para adaptarnos a esta nueva situación. Una vez se produjo este periodo de adaptación, empezamos a reforzar la confianza de nuestros clientes. Nosotros percibimos que nuestros clientes sienten que si les acompañamos en todo momento les estamos generando mucha confianza dado que al ser una empresa de asesoramiento estratégico es importante que se perciba nuestra presencia, así que debido al confinamiento hemos intentado reforzar el sentimiento de acompañamiento aportando serenidad, visión y la experiencia acumulada en gestión de crisis tras 27 años en la industria turística.
Desde Globaldit estamos trabajando en poner las ideas a funcionar. Consideramos que debemos aportar nuestra experiencia para ofrecer soluciones viables para la reconstrucción de nuestro sistema productivo. Desde hace más de veinte años venimos trabajando en el desarrollo de políticas públicas a nivel estatal y autonómico en España y, fuera de nuestro país, en México, Chile, Colombia y Argentina.
3. ¿Qué cambios surgirán tras la pandemia? ¿Nuevas formas de viajar, nuevas formas de comercialización y promoción? ¿Cambios en las tarifas?
Pienso que responder a esta pregunta en estos momentos puede generar más ruido en el contexto actual, porque no deja de ser una opinión sin datos contrastados. Ahora mismo hay que ser prudentes y que cada empresa tome decisiones que afecten a su modelo de negocio previendo diferentes escenarios cambiantes. El hacer proyecciones a nivel general de la industria puede ser peligroso, debido a la inmensa incertidumbre que hay ahora en el mercado. A modo de ejemplo, hace unos meses se estaba hablando de cómo se iba a acondicionar la industria por la quiebra de Tomas Cook…y hoy hay cifras que hablan de una caída de más del 50% del tráfico aéreo a nivel mundial. Por lo tanto, considero que ahora es momento de prudencia y que cada empresa tome decisiones estratégicas en las variables que puede controlar.
4. ¿Qué medidas deberían adoptarse a nivel estatal para ayudar al sector?
Como he comentado en la primera pregunta, creo que ahora es demasiado pronto para hacer estimaciones con rigor. Desde mi punto de vista, lo primero es controlar la crisis sanitaria, dado que estamos hablan do de vidas humanas y esto debe ser la prioridad número uno. Una vez controlada esta situación hay que abordar la crisis económica, porque esta va a impactar de forma virulenta en la industria del turismo, dado que el tejido es netamente de pymes y autónomos. Para ello veo fundamental, la inyección de liquidez, pero sobre todo generar confianza. Ahora bien, confianza sabiendo que vamos a vivir una “nueva normalidad”. Creo que la apertura de las fronteras se hará de forma gradual y por lo tanto el turismo internacional tardará en recuperarse, y por ello el cómo se gestiona la crisis es fundamental para generar confianza en los mercado internacionales.
5. ¿Es momento de tomar decisiones o hay que esperar?
Creo que es fundamental que se dibujen escenarios posibles en las diferentes dimensiones de actuación para empezar a tomar decisiones en el medio plazo. Ahora bien, es importante ser consciente de que no hay certezas y que estamos en un entorno muy cambiante. Por lo que los datos hay que tratarlos con cautela.
También es importante instaurar comités de crisis que se conformen por entidades (en diferentes niveles de gobierno) públicas y privadas; la colaboración ahora es fundamental y esto genera confianza. Hay que mandar mensajes que inviten a la acción, considero que en situaciones de crisis sale lo mejor del ser humano, con prudencia, pero hay que innovar y pensar qué tipo de sociedad y de industria queremos una vez superada esta crisis.
6. ¿Cómo va a ser el turismo tras la pandemia?
Este es la pregunta del millón. Si tenemos una vacuna en el medio plazo que elimine el miedo a viajar y a interactuar entre personas de manera normal, considero que no cambiará mucho, aunque se podrían introducir controles sanitarios antes de viajar como una medida rutinaria.
El tema es si la vacuna no llega, el confinamiento perdura y las fronteras no se abren de manera normal. Esto puede hacer tambalearse muchos de los cimientos sobre los que se construye la industria…teniendo consecuencias graves para España, donde el turismo representa casi el 14% del PIB.
Dicho esto, de lo que no hay dudas es que vamos a ver cambios como la aceleración en la adopción tecnológica, mayor colaboración entre destinos, segmentación y campañas de comunicación haciendo mejor uso de datos para impactar de manera más eficiente en los targets objetivos.
Hay un tema que me produce mucha curiosidad y es ver cómo se va a gestionar la solidaridad en el mundo empresarial cuando este termine. Me explico, estamos viendo muchos actos de solidaridad que los consumidores valoramos y esto crea mayor vinculación con las marcas; ahora bien, cuántas de estas marcas están haciendo esto porque realmente creen en este principio y no solo como oportunidad temporal. Esto me parece muy relevante, porque si realmente la RSE se instala de manera permanente en el tejido empresarial, entonces esta crisis sí que habrá servido para avanzar en la dirección correcta de hacer un mundo mejor.
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Para terminar me gustaría compartir con vosotros una versión que me gusta mucho del Bella Ciao. Hoy prácticamente casi todo el mundo sabe tararear la canción (canción italiana que se usó como himno para resistencia antifascista), debido a que «La Casa de Papel» la ha hecho mundialmente famosa como himno de libertad. Os la comparto para recordar que, es ahora cuando cada uno de nosotros debe empezar a actuar para construir el tipo de sociedad y de mundo que queremos dejar a las generaciones futuras.